Wifredo pertenecía a un linaje hispanogodo de la región de Carcasona (la tradición fija su nacimiento en las inmediaciones de Prades, en el condado de Conflent, actualmente en el Rosellón francés). Conde de Urgel y Cerdaña en 870, recibió en el año 878 los condados de Barcelona, Gerona y Besalú de los reyes carolingios. Su gobierno coincidió con un periodo de crisis que llevó a la fragmentación del Imperio carolingio en principados feudales.
Wifredo fue el último conde de Barcelona designado por la monarquía franca y el primero que legó sus estados a sus hijos. A partir de entonces, los condados se transmitieron por herencia y los reyes francos simplemente sancionaron la transmisión. De esta forma, se crea la base patrimonial de la casa condal de Barcelona.
A la figura de Wifredo hay que atribuir la independencia de facto de los condados catalanes respecto del reino franco y la creación de una extensa base patrimonial. Una de sus acciones más relevantes fue la repoblación de la plana de Vic (878-881), una extensa tierra de nadie situada entre los dominios carolingios y los musulmanes, que posteriormente se convertiría en el condado de Osona. Allí fundó los monasterios de Ripoll y San Juan de las Abadesas, y restauró el obispado de Vic.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhe7UxVFoU9hXQoMq0G-FMlDTJKNGR1J7le7ljh62Zzdpw0RDmlYYEf0025OFaNa5LHQK-Ti7gVA1GahsnERumTRiSA5fRcEMguxW84j4FA68U6upL5XV64LkIrDRBW-DjGoZwxD_DJwgT9/s200/wilfredo.jpg)
No hay comentarios:
Publicar un comentario